Tecnología e innovación en Capital Privado con Salvador Mas

Surge de una necesidad: en la industria de capital privado, que tecnológicamente no debería ni llamarse industria, más bien artesanía, porque se hace todo manualmente, hay mucho excel y pocos sistemas. Hasta ahora no ha tenido la necesidad de industrializarse y tener tecnología de escala, porque ha sido una cosa muy elitista o que buscaba un cliente de un segmento muy alto y no hacía falta tener una industrialización. La industria de capital privado no ha vivido el proceso de capitalismo popular que han tenido los fondos tradicionales, las acciones… y de ahí viene esa brecha.

Confundimos tecnología con innovación y no nos damos cuenta de que hay muchos procesos que son tecnología. Por ejemplo, el hecho de que un fondo de inversión sea un producto que puedan comprar miles o cientos de miles y millones de partícipes e inviertan en un conjunto de empresas con partes alícuotas iguales, perfectamente divisible… eso es una tecnología también.

Para eso tienen que pasar muchas cosas: el backoffice, la contabilidad del fondo.. tienen que estar muy industrializado y que haya mucha tecnología, por no hablar del front, la parte de distribuciones (que se pueda vender el producto, que el cliente pueda comprarlo…) necesita que esté todo muy tecnologizado. 

La brecha es total y de cosas muy básicas que tiene ya la tradicional y aquí faltan. Hay una gran oportunidad para el que cubre esa brecha porque es un producto que, sin duda, se va a hacer popular, no solo por los clientes ricos.

Creo que va a ser rápida, va a haber oportunidades y empresas como Crescenta tienen una gran oportunidad ahí. La tecnología no va a ser solo un modo de soporte a las operaciones sino que con todo el potencial que tiene va a ser un transformador de la industria, es un elemento competitivo. Las empresas de capital privado que no lo adopten se van a quedar atrás, habrá selección natural. 

Todo el mundo es consciente de que se trabaja demasiado a mano y esto tiene muchos problemas de escala porque si para hacer una propuesta a un cliente y ver los fondos me tengo que pasar un día o incluso más, no deja de ser una industria muy ineficiente y con muy pocas posibilidades escala, es necesario invertir. 

Se ha democratizado la posibilidad gracias a la nueva regulación que permite invertir para patrimonios más relativamente pequeños, pero no está preparada y hay que montarlo. Tienes que tener un buen sistema de onboarding digital que casi nadie tiene (tengo que dar de alta clientes de manera ágil, tan fácil como me puedo dar de alta en otra entidad). Hasta ahora, la industria hace todo esto a mano, el KYC, el MiFID, imprimir millones de papeles y firmar a mano…

Esa es la brecha que hay que cubrir, si no se tiene un buen sistema no solo usable, robusto y que cumpla con la regulación es difícil escalar, es mejor no lanzarse a ese negocio porque va a ser demasiado caro. 

Sin tecnología no hay inversor minorista.

La tecnología también aporta a la seguridad, ahora con los procesos manuales solo podemos pensar en la cantidad de riesgo que hay. En ese sentido industrializar también es necesario, a lo mejor tienes un error y lo arreglas de aquella manera haciendo alguna chapucilla, pero esos errores no pueden ocurrir a gran escala. Hay que aprender de la industria tradicional donde esta tecnología está muy madura y funciona sin casi darle importancia. En el capital privado hay que crearla y aplicarla.