FILPE 2.0: la próxima gran revolución para el inversor

Poco a poco el capital privado va haciéndose un hueco en las carteras de los inversores
minoristas gracias a una corriente regulatoria que está abriendo las puertas a más inversores a
una estrategia de inversión que destaca por sus altas rentabilidades y su capacidad para
invertir en la economía real.

El último grito en cuestión de inversiones son los FILPE 2.0 (ETILF, en inglés), un vehículo
impulsado desde la Unión Europea con el que el inversor minorista podrá acceder a los
mercados privados sin mínimo de inversión, pero con todas las garantías de protección que se
impulsan desde Bruselas y los estados miembros.

Aunque su adopción supondrá un verdadero cambio en la participación del inversor minorista
en los mercados privados, aún hay incertidumbre en torno a su fiscalidad y regulación. Desde
Crescenta estamos monitoreando de cerca estos aspectos para lanzar este vehículo tan pronto sea posible.

En 2015 la Unión Europea creó los FILPE, un vehículo de inversión en capital privado, con el objetivo de canalizar capital hacia inversiones europeas a largo plazo en pymes y activos reales
de la UE y facilitar la entrada del minorista a los mercados privados.

Sin embargo, la falta de flexibilidad en su política de inversión ha impedido el desarrollo esperado, dando lugar a un escaso número de fondos, un número limitado de jurisdicciones, una composición de carteras sesgadas hacia ciertas categorías de inversión o un reducido de volumen de activos netos, según señalan desde FinReg (despacho de abogados especializado).

Con la intención de rescatar el vehículo y potenciarlo, desde la UE han modificado el reglamento original, dando lugar a los llamados FILPE 2.0. Destacamos tres cambios:

1.  Ampliar las empresas en cartera admisibles y activos aptos (por ejemplo, se abre la posibilidad de invertir en fintech con menos de cinco años de vida)

2. Elevar los límites de diversificación: un minorista puede acceder a un único fondo mediante un master feeder y crear un portfolio a su gusto (aunque esto es solo recomendable para inversores sofisticados, ya que conlleva tener sensibilidad para elegir entre fondos similares (EQT vs Cinven vs CVC vs Advent…)

3. Ampliar el régimen de distribución a minoristas: tras observar que, el límite de una inversión mínima de 10.000 euros y del 10 % de la cartera crean obstáculos significativos al acceso a FILPE por inversores minoristas, se han eliminado estos requisitos.

Su puesta en marcha supondrá un verdadero cambio para el inversor y el sector del capital privado ya que, por fin, todo tipo de inversor (si supera los tests MiFID) tendrá acceso a más del 95% de las empresas (solo menos del 5% cotizan en bolsa). A lo que se suma que es un vehículo que puede comercializarse en todo Europa.

Además, según destacan desde EFAMA: “los FILPE darán a los inversores minoristas, que típicamente no han tenido acceso a los mercados privados, una oportunidad de inversión adicional respaldada por un marco regulatorio robusto”.

El Reglamento FILPE pretende facilitar la captación y canalización de capital hacia inversiones en la economía real y podrán invertir dentro y fuera de la UE, sin existir un umbral mínimo de inversiones en la UE.

Desempeñarán un papel importante a la hora de proporcionar una fuente alternativa de financiación a todos los sectores de la economía real, incluidos los siguientes:

Para entender estos cambios, conviene hacer un repaso de las últimas leyes que han permitido que el capital privado se introduzca en las carteras de (casi) todos los inversores.

Nuestra primera parada es finales de 2022. Después de años otorgando buenas rentabilidades a los grandes inversores y posicionarse como una de las estrategias más rentables, en 2022 se
aprobó una ley que abría, al fin, las puertas del capital privado a pequeños ahorradores e inversores.

La Ley Crea y Crece rebajó los límites de inversión de 100.000 a 10.000 euros, suponiendo un hito para aquellos inversores que llevaban tiempo esperando la oportunidad de rentabilizar sus ahorros a través de la inversión en mercados privados. Si su patrimonio financiero no supera los 500.000 euros, el inversor minorista puede acceder a estos mercados siempre que reciba asesoramiento y esa inversión no representa más del 10% de su patrimonio.

Sin embargo, este es solo el primer paso para democratizar el acceso al capital privado. Parece que poco a poco se irán cumpliendo más hitos y la puerta se abrirá cada vez más.

El siguiente gran cambio, que ha llegado recientemente, ha sido la rebaja del límite en los fondos de inversión libre (FIL) o hedge funds. La inversión mínima era de 100.000 euros y ha pasado a ser de 10.000 euros. Es un cambio que se produce gracias a la aprobación de un Real Decreto que modifica la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva (IICC).

O sin irnos a leyes o fechas, podríamos decir que uno de los grandes cambios ha sido desprender al capital privado de ese adjetivo que poco sentido tenía ya, pasando de ser capital riesgo para convertirse en capital privado (Private Equity).

Este contenido es meramente informativo. Se trata de un contenido de formación financiera que Crescenta pone a su disposición, sin intención de emitir ningún tipo de recomendación personalizada de inversiones.

No se trata en ningún caso de publicidad de ningún tipo de instrumento financiero, ni una recomendación u oferta de compra.

Autor

Crescenta